Drenaje linfático

¿Qué es el sistema linfático?

Tu sistema linfático no es solo un órgano o un sistema. Es una combinación de ambos y es uno de los once sistemas de órganos que agrupan diferentes órganos y tejidos. Cada uno tiene sus propias funciones, pero trabajan juntos como un sistema biológico.

Algunos sistemas que ya conoces son el respiratorio, el digestivo, el cardiovascular o el nervioso, por ejemplo. Lo que lo hace diferente a otros sistemas del cuerpo es que incluye diferentes órganos dentro de un mismo sistema.

Entre los órganos del sistema linfático se encuentran la linfa, los ganglios linfáticos, los vasos linfáticos, las amígdalas, el bazo y el timo (que también forman parte de otros dos sistemas: el sistema circulatorio y el sistema inmune, que no está compuesto de órganos).

Sí, son muchos sistemas, ¡pero todavía hay más!

El sistema inmunológico

El sistema linfático forma parte del sistema inmunológico, ya que es uno de los mecanismos de defensa del cuerpo para protegernos contra las enfermedades.

Nuestros órganos linfáticos (las amígdalas, las adenoides, la médula ósea, el bazo y el timo) trabajan juntos para producir hormonas y células linfáticas de defensa. También filtran y purifican la sangre y el líquido linfático.

Si bacterias, toxinas u otros desechos pasan por estos canales, se transportan a los ganglios linfáticos donde los glóbulos blancos los filtran y los destruyen. Tus ganglios linfáticos, a veces llamados glándulas linfáticas, se encuentran en todo el cuerpo, pero se concentran principalmente en el cuello, la ingle y las axilas.

¿Qué sucede cuando nuestro sistema linfático no funciona correctamente?

Si nuestro sistema linfático no funciona o está bloqueado, esto puede derivar en una retención de líquidos conocida como linfedema. Los síntomas del linfedema incluyen hinchazón de las piernas y los brazos, pero también del pecho, los genitales o la cabeza.

Envejecer, tener sobrepeso u obesidad y tener artritis reumatoide o psoriásica pueden aumentar los factores de riesgo del linfedema.

Otras causas de un sistema linfático afectado:

  • Infección

Tus ganglios linfáticos pueden infectarse por algún virus o bacteria y esto se llama linfangitis. Estos gérmenes pueden entrar a tu cuerpo a través de un corte o lesión o por una infección existente.

La celulitis es otra infección bacteriana de la piel que puede atribuirse a un sistema linfático afectado.

  • Parásitos

La filariasis linfática es una enfermedad parasitaria del sistema linfático que generalmente se encuentra en países subtropicales y tropicales. No es fácil contagiarse ya que estos gusanos se transmiten a través de picaduras de mosquitos.

  • Terapia de radiación

La radioterapia puede crear tejido cicatricial que presiona los ganglios linfáticos e impide la circulación del líquido linfático; esto puede generar un linfedema.

  • Cirugía

Cuando es necesario extirpar los ganglios linfáticos debido al tratamiento de los cánceres de mama, melanoma, ginecológicos y genitourinarios, puede existir riesgo de linfedema.

  • Trastorno genético

Esto se llama linfedema primario y es la consecuencia de afecciones hereditarias raras que afectan al desarrollo de los vasos linfáticos.

¿Cómo podemos desbloquear el sistema linfático?

Masaje de drenaje linfático

El masaje manual de drenaje linfático es la manera perfecta de reducir la retención de líquidos que provoca el linfedema. Esta técnica suave es segura y se recomienda para personas tanto antes como después de la cirugía.

Usando movimientos ligeros y suaves, el masajista puede promover la circulación, activar los vasos linfáticos, reducir la hinchazón y ayudar en la recuperación y curación.

Es un masaje relajante que no debería causarte ningún dolor.

Un estilo de vida que favorece el drenaje linfático

Afortunadamente, con algunas otras elecciones simples de estilo de vida, podemos mejorar y mantener el sistema linfático fluido y saludable:

  • Desintoxica, limpia y come sano

Una buena dieta y nutrición son esenciales para un sistema inmunológico saludable. La desintoxicación y las limpiezas regulares pueden ayudarte a restablecer tus hábitos para que puedas alimentarte mejor, permitir que tus órganos descansen, y para sanar y promover una mejor absorción de nutrientes.

  • Bebe agua

Como ya hemos comentado, más de la mitad de tu peso corporal es líquido. Estar bien hidratado es esencial para que funcionen las células de tu cuerpo y, sobre todo, para que los líquidos linfáticos circulen de manera correcta. También es importante para que tu sistema circulatorio no trabaje a toda marcha.

  • Practica deporte

Tu sistema cardiovascular, o circulatorio, se mantiene saludable y mejora con el ejercicio. Los ejercicios de resistencia cardiovascular y de peso obligan a los músculos a trabajar no solo en el exterior, sino también en el interior, ya que bombea la sangre a través del corazón y los vasos sanguíneos. Esto ayuda a que los sistemas funcionen de manera eficiente.

  • La importancia de la piel

Exfolia la piel varias veces por semana antes de bañarte con un cepillo de cerdas suaves; es una excelente manera de estimular la desintoxicación de tu sistema linfático y cuidar de tu piel (que es el órgano más extenso de tu cuerpo).

Si tienes linfedema, has recibido tratamientos contra el cáncer o sufres de retención de líquidos, no dudes en contactarnos para reservar un masaje de drenaje linfático con uno de nuestros especialistas.

Referencias:

https://en.wikipedia.org/wiki/Lymph

https://en.wikipedia.org/wiki/Lymphatic_system

https://www.breastcancer.org/treatment/lymphedema/how/treat_impact

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