Cómo la desintoxicación me ha cambiado la vida
por Mandy Keillor
Detox
Llevo desde los veinte años haciendo desintoxicaciones (detox).
Mi camino hacia desintoxicaciones frecuentes evolucionó no solo como resultado de mis deseos de cuidar a mi cuerpo al máximo y vivir una vida larga y sana, sino también como herramienta para ayudarme a superar grandes desafíos de la vida.
Junto con un trastorno alimentario y un transtorno dismórfico corporal durante toda su vida adulta, mi mujer y socia, Natalia, desarrolló alergias que pusieron su vida en riesgo después de mudarnos a Barcelona y tuvimos que reconsiderar nuestras hábitos alimentarios para mantenerla sana.
Mis primeras experiencias con las detox en los años ochenta fueron con homeópatas y naturópatas. Recetaron mezclas de hierbas y suplementos que yo preparaba a menudo como infusiones, tinturas y comprimidos.
A veces funcionaban y a veces no, y suponía una gran inversión económica, pero aprendí mucho sobre los suplementos y los efectos positivos que le podían ofrecer a mi cuerpo. También aprendí que, sin una alimentación y dieta correcta para apoyar el programa de suplementos, no conseguiría buenos resultados.
¡Estaba determinada a encontrar la mejor manera! Persistí con terapeutas, tendencias de limpiezas de zumos y de cajas de pastillas herbales, dietas de alta proteína y pocos carbohidratos, o de comida cruda y ayunos.
Finalmente, después de tantos años de experiencia, aprendí que la detox más profunda que podía hacerme estaba basada en una dieta estricta y equilibrada de alimentos limpios, frescos y nutritivos.
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Aprendiendo a querer la comida
Pasé los primeros 27 años de mi vida comiendo porque tenía que hacerlo.
Mi relación con la comida fue, por decir algo, triste. No la disfrutaba ni la apreciaba realmente y tampoco la saboreaba. Fue como una relación con algún pariente que no te gusta particularmente, pero con quien estás atado por vida.
Para los demás, mi vida desde fuera parecía “normal” (parte del trastorno es mantener una cierta apariencia), pero estaba conviviendo con una inquietud interna muy destructiva. Sabía que tenía que recuperar el control de los demonios, o si no, tendría consecuencias.
Mi peso más bajo fue de 44 kilos. Para hacerte una idea, el peso ideal y sano para mi estatura y edad de 23 años debería haber sido de unos 57 kilos.
Ahora peso 58 kilos pero sigue siendo muy difícil escribir este número.
Una manera de controlar mi trastorno es no pesarme. De hecho, el único momento de hacerlo es durante mi visita anual al médico porque me vuelve loca. No puedo ver mi cuerpo como realmente es.
Al final fueron mis hijos quienes me motivaron a controlar mis patrones de peso y alimentación. Me di cuenta de que, si no los superaba, corría el riesgo de enfermar y de pasarles a ellos mis luchas contra la comida.
Así que, ¡me entregué al culturismo! ¡En la categoría de figura femenina por supuesto!
El culturismo para un cuerpo y mente sana
El culturismo tiene mala fama en el mundo de deporte por ser “sucio” por el uso de esteroides, estar lleno de ”machotes” y no por ser realmente un esfuerzo atlético válido.
Me importaba una m$*rda.
Para mí, era mi salvación.
Lo que encontré en el culturismo fue una manera constructiva de canalizar mi personalidad obsesiva. De amar mi cuerpo mediante la ciencia deportiva y de entender cómo funcionaba mi cuerpo a través de la alimentación, suplementos y ejercicio. Me dio la autodisciplina y conocimientos sobre cómo cuidar mi cuerpo y mi mente de manera sana, positiva y sostenible.
Aunque una dieta de culturismo no sea la de una detox, es rígida, y aprendí cómo alimentarme según mi tipología metabólica, adaptar mis comidas para desarrollar los músculos y entrenar con la frecuencia adecuada, sana y correcta para esculpir mi cuerpo.
Ganar el tercer puesto en la NABBA del Estado fue un gran logro, ¡y especialmente más porque en ese momento estaba dirigiendo una empresa de construcción, criando a mis dos hijos como madre soltera y era consejera de administración de tres empresas! Pero el mejor éxito fue entender cómo vivir en mi cuerpo y a la larga, me encaminó hacia donde hoy estoy.
Demuestra simplemente que nunca sabemos hasta dónde te van a llevar las experiencias de la vida fuera de tu ruta, como competir como culturista aleatoriamente en medio de tu carrera profesional.
Recuperando mediante la detox – la creación de The Detox Journey
En el 2005 nos mudamos a Barcelona. Me cambió la vida.
Como le pasa a mucha gente cuando cambia de país, y en nuestro caso de hemisferio, el cuerpo de mi pareja, Natalia, no toleraba bien el cambio sustancial del ambiente, estilo de vida y alimentación. Poco después de llegar en Barcelona, empezó a sentirse mal casi todos los días con dolores de estómago, cabeza, vómitos y apatía. Esto siguió durante unos meses hasta que tuvo una reacción anafiláctica.
Nos asustó mucho. Lo más difícil fue no saber qué la provocó. Solo sabíamos que estaba relacionado con su dieta, algo que consumió.
La única manera que conocía para ayudarla fue desintoxicar su cuerpo para que su sistema pudiera descansar y restablecerse. Teníamos que eliminar todas las toxinas, limpiar su cuerpo y encontrar un buen médico quien pudiera guiarnos para controlar sus alergias y ayudarla a recuperarse.
Por suerte, con la ayuda de una clienta increíble, nos dirigió a una especialista que podía diagnosticar sus alergias.
Escribí mi primer programa detox para cuidar a Natalia.
Fue el inicio de mi camino hacia la creación de un programa para mostrar a la gente cómo utilizar la alimentación para desintoxicarse de manera sostenible, fácil y práctica.
Desintoxicándose mediante la alimentación
En mi programa, enseño a los demás que nuestros cuerpos tienen la capacidad de rejuvenecerse y desintoxicarse mediante la nutrición.
Lo cierto es que cuando comemos cantidades suficientes de alimentos nutritivos, nuestros cuerpos trabajan de manera eficiente para repararse y curarse continuamente. Si no alimentamos nuestros cuerpos con comida sana y limpia, impedimos la eliminación de toxinas, revirtiendo en la debilitación de nuestros órganos y lamentablemente al final, en enfermedades.
Nuestros cuerpos están programados a nivel celular para eliminar estas toxinas y sustancias no deseadas a través de los órganos principales de desintoxicación: el hígado, los riñones, los intestinos, la piel y los pulmones.
Eliminando las toxinas mediante una detox
La forma en la que eliminamos toxinas es por la respiración, deposiciones, orina y transpiración. Cuando nuestros cuerpos no pueden eliminar suficientemente estos residuos químicos tóxicos, los guardamos en nuestra grasa corporal, piel, pelo y sistemas gastrointestinales y linfáticos.
La mayoría de nuestras dietas contienen conservantes. Piensa en los alimentos procesados, azucares refinados, alcohol, cafeína, tabaco, drogas recetadas o recreativas y conservantes artificiales que puedes tener en tu vida diaria. Todos estos componentes tienen un efecto acumulativo en tu salud.
Una desintoxicación permite que tu cuerpo haga su trabajo para que pueda eliminar estas toxinas.
Las ventajas de desintoxicarse
El próximo mes cumplo 55 años. Cada día sigo superando mis temas corporales, pero he encontrado la manera de equilibrarlas mediante las limpiezas habituales y una rutina alimentaria y de ejercicio que me mantiene feliz, sana y con buen aspecto.
Si te gustara unirte en la próxima detox, ¡empezamos el 6 de octubre!
Te prometo que en el día 14, serás una nueva persona. Los beneficios son muchos. Tendrás más energía, tu belleza interior se revitalizará, sentirás más ligereza y disfrutarás de una mejor digestión, inmunidad, mente lúcida y control de tus hábitos o vicios.
Pero lo más importante es que te regalarás el conocimiento de una limpieza y de cómo cuidar tu cuerpo mediante la alimentación.
